
Lo que vas a encontrar
No es tan frecuente preguntarse ¿cuándo ir a terapia de pareja? Pero seamos honestos: tener una relación de pareja no es tan fácil como lo pintan en las películas. Demostraciones dramáticamente románticas de amor y parejas perfectas que luchan contra el universo entero para permanecer juntas no existen en la vida real.
En contraste, tenemos personas de carne y hueso que introducen sus virtudes y defectos en una relación de pareja que empieza de manera intensa y con el tiempo se hace menos excitante pero más estable.
Muchas parejas se sienten inseguras respecto a cómo están llevando su relación después de que se acaba la bomba hormonal del enamoramiento, que comúnmente no supera el primer año de relación. La estabilidad y la rutina empiezan a verse como un problema, en ocasiones incluso la falta de discusiones se vuelve preocupante para él o para ella.
Los planes románticos pueden ser menos frecuentes y las reuniones familiares más comunes, las discusiones por olvidar fechas especiales pierden importancia y aparecen diferencias por temas económicos o responsabilidades en el hogar. Incluso, se vuelve más frecuente ver a tu pareja de manera más natural con pinta de domingo, de pereza, en vez del outfit planeado a detalle que lucía durante las primeras citas.
Pero…
¿Cómo saber si mi relación tiene realmente un problema para ir a terapia de pareja?
Hasta el momento nos hemos centrado en las dificultades cotidianas y los cambios habituales de las relaciones de pareja saludables, esto no quiere decir que tener una relación de pareja adecuada garantice que no haya discusiones ni nada por el estilo, pero es importante entender hasta qué punto situaciones como estas son lo esperado y cuándo pasan a ser señales de alarma.
Ante la pregunta de ¿cuándo ir a terapia de pareja? cualquiera diría que ante situaciones como la infidelidad, el maltrato físico o psicológico, la disminución de la interacción sexual o los problemas asociados a los celos. Evidentemente estas situaciones son motivos de consulta frecuentes en el trabajo del terapeuta de pareja y requieren del apoyo profesional para dar un manejo adecuado, pero no son los únicos motivos que ameritan una consulta al profesional.
Valdría la pena asistir a terapia de pareja por motivos tan diversos como diversas son las parejas en el mundo, desde dificultades en la comunicación hasta la incapacidad para negociar aspectos incómodos de uno o los dos miembros de la pareja. Sin embargo, todas estas dificultades que pueden aparecer en diferentes momentos de la relación tienen un factor común: generan malestar significativo en el desarrollo cotidiano de la relación.
¿Cómo entender el malestar significativo en la relación de pareja?
Para entender el concepto del malestar significativo pensemos en la relación de pareja como un carro. Este carro cuenta con un piloto y un copiloto, cuando el piloto siente fatiga por las largas horas de conducción su compañero de viaje le suple al volante procurando mantener una velocidad constante similar a la que llevaba el primer piloto. En su camino los miembros del equipo que conducen este carro pueden encontrar múltiples situaciones que modifiquen el ritmo al que se desplazan por esta carretera, a veces encontraran baches o imperfectos que tendrán que esquivar, de haber la posibilidad, o disminuir la velocidad y pasar sobre él con precaución.
Pero ¿qué pasa si dicho bache es muy grande como para rodearlo y ni el piloto ni el copiloto lograron verlo a tiempo para disminuir la velocidad? El carro podría golpear con fuerza el bache y generar averías. Los miembros del equipo pueden tomar una de dos decisiones, continuar su camino arriesgándose a sentir los efectos de la avería unos kilómetros adelante o detenerse a revisar qué daños pudo causar el imperfecto de la carretera en su carro.
El ejemplo antes descrito hace referencia a las situaciones que de manera natural se presentan en las relaciones de pareja y las diferentes intensidades con las que afectan la relación. Por un lado, tenemos esas dificultades naturales y esperadas en cualquier pareja que pueden ser solucionadas en el ejemplo, “rodeadas o sobrepasadas”, sin apoyo o ayuda externa y basándose sólo en las herramientas con las que cuenta la pareja. En contraste encontramos esos “baches” que generan dificultades más complejas en la relación, a esto se refieren los terapeutas de pareja cuando hablan de malestar significativo.
Es importante que si tu o tu pareja sienten que una situación particular o la suma de diferentes eventos están generando dificultades que no pueden ser manejadas entre los dos y requieren apoyo externo consultes a un psicólogo profesional. El terapeuta de pareja hará una evaluación de la problemática que genera inquietudes y propondrá una ruta de acción para solucionar las dificultades, asistir a terapia de pareja es llevar el “vehículo” de tu relación a recibir las “reparaciones” necesarias.
No olvides que en Insight tenemos un espacio para ti, si consideras que la relación esta pasando por un momento de dificultad significativa no dudes en consultarnos.
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