Mindfulness-ansiedad

Por: Psicóloga Daniela Díaz

El mindfulness es una técnica que tiene como antecedente diferentes herramientas meditativas transmitidas por religiones y tradiciones espirituales desde hace más de dos mil quinientos años. Cuando hablamos de meditación, hablamos del proceso en el cual una persona observa y se hace consciente de lo que está sucediendo en su cuerpo y en su mente. Buda ha sido el principal exponente de esta práctica y manifiesta que tiene como fin la eliminación del sufrimiento y del malestar humano siendo conscientes y reconociendo lo que hay en nuestra mente.  

A partir de esto, el mindfulness ha adoptado posturas provenientes del budismo y se ha incorporado a diversos modelos de tratamiento en psicoterapia para el manejo de diferentes trastornos emocionales tales como la ansiedad, trastornos del estado de ánimo, estrés, estrés postraumático, y control de impulsos, entre otros. 

Como terapia, el mindfulness cuenta con 5 componentes importantes: atención al momento presente, apertura a la experiencia, aceptación, dejar pasar e intención. Estos componentes nos ayudan a vivir la experiencia de forma consciente, reconocer lo que ocurre fuera y dentro de nosotros y el no aferrarnos o no buscar cambiar lo que está ocurriendo. Pero entonces, ¿Qué tiene que ver esto con la ansiedad? ¿Cómo funciona en personas con síntomas de ansiedad?

De acuerdo con la evidencia, todos los trastornos de ansiedad comparten tres características en las cuales incide directamente la práctica del mindfulness. Estas características son la evitación experiencial, inflexibilidad cognitiva y repertorio conductual rígido. Frente a esto, el mindfulness busca que las personas aprendan a observar sus respuestas emocionales, la función de estas y las conductas de evitación que realiza, sin juzgarlas o intentar controlarlas, sino flexibilizándose cognitivamente y trabajando en sus valores.

Estos objetivos se logran mediante ejercicios en los cuales el consultante mueve su conciencia del pasado o el futuro al momento presente, disminuye la actividad excesiva de los pensamientos durante la preocupación, mejora el control atencional, disminuye la evitación a la reactividad psicofisiológica, entre otros. 

Dado lo anterior, la práctica del mindfulness es una de las terapias de segunda y tercera generación que muestran evidencia para el manejo de los diferentes trastornos de ansiedad, sin embargo, es necesario que esta práctica se introduzca de la mano de un profesional capacitado que oriente sobre los pasos adecuados para practicarlo. 

REFERENCIAS

Jiménez, M. (2018). Mindfulness para el tratamiento de la ansiedad generalizada. Universidad Jaume. 

Vásquez E.- Dextre (2016). Mindfulness: conceptos generales, psicoterapia y aplicaciones clínicas. Rev. Neuro-Psiquiatría, vol.79 no.1 Lima.

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